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Esto no va a ser fácil.
Quiero escribir sobre mí en primera persona. Hasta ahora lo he
hecho a través de mis poemas y prosas. Mis escritos. Hoy quiero
develar quién soy, sin metáforas ni eufemismos. La aceptación y
el perdonarme han sudo los ejes de mi vida. Recuerdo un quiebre
en mi vida (hubo muchos) pero a estos los alojé en un lugar
inasible de mi memoria) que me terminó de moldear tal cual soy,
fue en la boda de Leti y Jorge. Cuando terminó la fiesta pasaron el video de
lo que había sido la noche. Ahí estaba yo, con mis movimientos
y mi voz distorsionada. Quedé en shock. Era mi imagen sin
filtros de ninguna especie. Hasta ese momento, me había hecho
una que pudiera soportar. Pero no era yo. Era un avatar similar
a lo que era, pero no yo. Tuve que aceptarla, no tenía remedio.
Luego vino la impresionante tarea del perdón. Me costó muchísimo,
pero lo voy logrando día a día. Minuto a minuto. He pasado
las mil y una para llegar a ser lo que soy: un tipo con muchas
limitaciones, pero también muchas potencialidades. Un tipo
que debe muchas materias, pero va aprobando – despacio- otras
tan importantes como las primeras. No estoy enojado con lo
que soy, pero tampoco feliz. No es fácil ser diferente, aunque
todos lo somos. |