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Cuando
muere un poeta lloran las letras, de las canciones, los cuentos, los versos evocando a sus autores. Cuando muere un poeta las musas que lo inspiran se diluyen en minúsculas partículas de rocío, se transforman en libélulas que lo siguen hasta el cielo. Cuando muere un poeta hay llanto de luciérnagas y la aurora abraza consolando a la madrugada. Penan sin saberlo los enamorados en suspiros encontrados. Cuando muere un poeta se pierde parte de la magia que tienen las palabras. Cuando muere un poeta cantan los ángeles y surca el cielo una estrella que se pierde en la añoranza. Ay! Cuando muere un poeta el mundo pierde pedacitos de esperanza y se hacen trizas los sueños aún no nacidos en nuestras almas.
Cris Carbone |