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vastedad de pinos, rumor de olas
quebrándose,
lento juego de luces, campana, solitaria,
crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca,
caracola terrestre, en ti la tierra canta!
¡En ti los ríos cantan y
mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia
donde tú quieras.
Márcame mi camino en tu
arco de esperanza
y soltaré en delirio mi
bandada de flechas.
En torno a mi estoy viendo tu
cintura de niebla
y tu silencio acosa mis horas
perseguidas,
y eres tú con tus brazos de piedra
transparente
donde mis besos anclan y mi húmeda
ansia anida.
Ah, tu voz misteriosa que el
amor tiñe y dobla
en el atardecer resonante y
muriendo!
Así en horas profundas
sobre los campos he visto
doblarse las espigas en la
boca del viento.