Te
recuerdo como eras en el último otoño.
Eras
la boina gris y el corazón en calma.
En
tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y
las hojas caían en el agua de tu alma.
Apegada
a mis brazos como una enredadera,
las
hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera
de estupor en que mi ser ardía.
Dulce
jacinto azul torcido sobre el alma.
Siento
viajar tus ojos y es distante el otoño,
boina
gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia
donde emigran mis profundos anhelos
y
caían mis besos alegres como brasas.
Cielo
desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu
recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más
allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas
secas de otoño giraban en tu alma.
Recitado por Juan José
Torres
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